La alopecia es la disminución de la cantidad de pelo. Es un motivo de consulta muy frecuente, que afecta tanto a hombres como a mujeres, y puede tener implicancias estéticas y emocionales.

El pelo puede caerse por diferentes causas como genéticas, estrés, problemas de tiroides, déficits nutricionales, anemia, consumo de ciertos fármacos, postparto y lactancia, etc. La más frecuente es la alopecia androgenética, que es hereditaria y afecta principalmente la parte superior y frontal de la cabeza (“coronilla” y “entradas”) en los hombres y la raya del pelo en las mujeres.

El diagnóstico se realiza habitualmente a través del interrogatorio y examen físico adecuados sumados a la tricoscopía (lupa especial magnificada) y análisis de sangre. Determinar la causa de la alopecia nos permite realizar un tratamiento correcto; por ello, es primordial realizar un diagnóstico adecuado.