Rosácea
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la piel y a veces los ojos. Se caracteriza por enrojecimiento en la zona central de la cara acompañado en ocasiones de pápulas y pústulas (granitos rojos y de pus), vasos dilatados y sensación de calor o ardor. Muchas personas presentan además síntomas en los ojos como enrojecimiento, sequedad y picazón.
Cuáles son sus causas?
Todavía no se conoce la causa exacta de esta entidad. Sin embargo, se sabe que existen numerosos factores que desencadenan o empeoran la rosácea: exposición solar, estrés emocional, ambientes muy calefaccionados, bebidas y comidas muy calientes, picantes, alcohol, tabaco, etc. El uso de productos inadecuados para el tipo de piel también puede exacerbar los síntomas.
Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico a través de un examen físico; en la mayoría de los casos no es necesario realizar otros estudios.
Qué opciones de tratamiento existen?
Se pueden utilizar medicamentos tópicos y/o sistémicos, dependiendo de la severidad del cuadro. El tratamiento con luz pulsada intensa es una excelente opción para aquellos casos de difícil manejo.
Además del tratamiento dermatológico, es importante tener en cuenta los factores desencadenantes para evitarlos y de esa manera ayudar a controlar la enfermedad y disminuir los brotes.
Cuidados generales de la piel con rosácea:
- Utilizar protector solar diariamente, aún en días nublados y en invierno
- Mantener la piel hidratada
- Usar productos de limpieza, cosméticos y cosmecéuticos específicos para pieles sensibles o con rosácea
- Evitar el agua muy caliente en la ducha y en la higiene de la cara
- Secar la cara sin frotar
- Evitar los exfoliantes mecánicos y químicos
- Limitar la ingesta de alcohol, picantes y café
- Evitar cambios bruscos de temperatura
Tratamientos disponibles para rosácea:
