Control de Lunares

Los lunares (o nevos) son lesiones pigmentadas, generalmente marrón claro u oscuro, planas o sobreelevadas, de diferentes formas y tamaños, que pueden aparecer en cualquier parte de la piel, incluso en uñas, genitales y labios.

La mayoría de las personas presentan entre 10 y 40 lunares en su piel. Este número está influenciado principalmente por la predisposición genética y el grado de exposición solar. En general comienzan a aparecer en la infancia, incluso hay algunos presentes al momento del nacimiento, y hasta los 40 años aproximadamente es posible desarrollar nuevos lunares.

El chequeo dermatológico periódico (una vez al año) es fundamental para detectar cualquier lesión que pueda resultar sospechosa y poder biopsiarla con el objetivo de realizar un diagnóstico temprano.

Además se aconseja el autoexamen cada 3 meses. Conocer tus lunares y manchas es importante ya que te permitirá detectar cualquier cambio de forma precoz.

Cómo hacer el autoexamen?

El mejor momento para hacer el autoexamen de piel es después de bañarse. El objetivo es observar todo el cuerpo, de frente y de atrás, con buena luz, en busca de lesiones nuevas o que llamen la atención. Se puede realizar con ayuda de espejos o de otra persona.

En posición de pie:

  • Examiná el cuero cabelludo, cara y cuello. No olvidar orejas, labios y boca.
  • Revisá pecho y abdomen. Las mujeres necesitarán levantar las mamas para examinar la piel del pliegue.
  • Observá tus brazos (sin olvidar la parte posterior y las axilas), las palmas y dorso de las manos, incluyendo la piel entre los dedos y las uñas.
  • Inspeccioná la parte posterior del cuello, hombros, espalda y glúteos.

En posición sentada:

  • Revisá la parte delantera de los muslos, piernas, empeine, piel entre los dedos de los pies y las uñas. Luego, con la ayuda de un espejo de mano, observá la parte posterior de los miembros inferiores, talones y plantas
  • Examiná la región genital con ayuda del espejo.

Cuándo es sospechoso un lunar?

  • aumento de tamaño o cambios en el espesor
  • cambios de forma
  • cambios de color (ya sea presencia de varios colores, oscurecimiento o aclaramiento de toda la lesión o sólo de un sector)
  • aparición de picazón, dolor, costras o sangrado espontáneo
  • aparición de una mancha o lunar nuevo en la piel de un adulto

Ante cualquiera de estas situaciones se debe acudir a la consulta de forma inmediata.

Cada cuánto se deben controlar los lunares?

En toda persona sin antecedentes ni factores de riesgo se sugiere un control o chequeo anual en el consultorio. En ciertos pacientes, como aquellos con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, más de 100 lunares o estados de inmunosupresión se sugiere realizar los controles con mayor frecuencia.

En caso de detectar un lunar o lesión sospechosa en el autoexamen se debe consultar a un dermatólogo de forma inmediata.

Control de Lunares

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